Una organización no puede tener un Programa de Gestión de Riesgos sólido sin Cumplimiento y viceversa.
Es frecuente que nos consulten sobre cuáles son las diferencias entre Cumplimiento y la Gestión de Riesgos.
Primero tenemos que mencionar que, sin lugar a dudas, el cumplimiento y la gestión de riesgos están estrechamente alineados e integrados.
Vale la pena señalar que las actividades relacionadas con el cumplimiento y las actividades relacionadas con la gestión de riesgos merecen enfoques y tácticas de ejecución únicos.
Dado que el incumplimiento puede generar costosas multas y sanciones, así como daños a la reputación e imagen, no debemos menospreciarlo.
Se requiere más que un enfoque de “Check List”, para asegurarse de que las líneas están obedeciendo las reglas y regulaciones prescritas.
La naturaleza prescriptiva del cumplimiento y la naturaleza predictiva de la gestión de riesgos explica, en parte, por qué el cumplimiento es más táctico y la gestión de riesgos es más estratégica.
Por supuesto, el cumplimiento tiene ventajas fundamentales. Sin embargo, La Dirección piensa que el cumplimiento de las reglas y regulaciones de gobernanza rara vez se traduce en propuestas comerciales generadoras de valor sin el enfoque de largo alcance de la gestión de riesgos.
El cumplimiento generalmente se visualiza como la verificación de que se ha seguido una regla para evitar riesgos.
La gestión de riesgos es vista, generalmente, como una posibilidad de transformar los males necesarios asociados con el cumplimiento en una propuesta de valor ganadora.
El cumplimiento a menudo es impulsado por un departamento de cumplimiento aislado o iniciativas aisladas en varios departamentos.
Los Programas de Gestión de Riesgos son vistos como más impactantes, está demostrado que no pueden funcionar en silos, y solo son efectivos si se realizan en base a procesos y en forma transversal a toda la organización.
A pesar de las diferentes percepciones, los Sistemas de Gestión Integral de Riesgos deben abordar a ambos, utilizando estrategias, metodologías, herramientas y procesos únicos y adecuados.
Principales errores actuales:
– Copiar un Programa de Cumplimiento de otra empresa.
– Asimilar el rol del profesional que ocupe un puesto de oficial de cumplimiento a la de un asesor jurídico.
– Implementar un “Programa de Cumplimiento” sin identificar y analizar adecuadamente cual es el que necesita la organización.
La capacitación y la actualización profesional es una inversión, no un gasto, y no debe relegarse a un segundo plano.