El Fraude y el Soborno amenazan la viabilidad de las empresas, afectando a las partes interesadas de las organizaciones.
A pesar de los diferentes esfuerzos que se realizan a nivel mundial el soborno es uno de los problemas más destructivos y desafiantes del mundo, las consecuencias son catastróficas, reducen la calidad de vida, aumentan la pobreza y erosionan la confianza pública.
Diferentes estadísticas mencionan que el nivel de delitos económicos y fraudes se mantienen en niveles muy altos, donde casi la mitad de las compañías informaron haber sufrido fraude en los últimos dos años.
Según datos de la OCDE se observa, también, que más de 1 billón de dólares estadounidenses fueron pagados en sobornos cada año.
El conocimiento de la legislación y los estándares contra los riesgos de soborno y la corrupción es “preocupantemente baja”, según otra encuesta, y casi la mitad de las empresas desconoce la introducción de un delito de responsabilidad corporativa.
En lo que respecta a las pérdidas, las empresas sugirieron que la pérdida promedio superó los € 10.000,- mientras que el 12% de los encuestados sufrió pérdidas superiores a los € 500.000,- en los últimos dos años.
Las organizaciones reportan, como las causas de los fraudes más importantes al perpetrado por los clientes y proveedores, el ciberdelito, la apropiación indebida de activos de la empresa y la corrupción y el soborno.
Por otro lado, los mayores impactos de pérdidas se vinculan a la libre competencia, abuso de información privilegiada, fraude fiscal, lavado de dinero y soborno y corrupción.
La encuesta revela que los fraudes cometidos por clientes y proveedores se ubican en un 35%, frente a un 29% del año anterior. Además, las empresas informan que el fraude efectuado por clientes y proveedores y el ciberdelito son los más perjudiciales.
A pesar de los diferentes riesgos relacionados las organizaciones mencionan la implementación de sistemas de gestión eficaces como la ISO 37001 y tecnología.
Casi la mitad de las organizaciones actuaron ante los delitos mediante la implementación y mejora de controles y el 60% afirmó que a sus organizaciones les iba mejor por ello.
En tal sentido es importante resaltar que el estándar ISO 37001 puede ser utilizado por cualquier organización, grande o pequeña, ya sea en el sector público, privado o voluntario, y en cualquier país.
Es una herramienta flexible, que puede adaptarse de acuerdo con el tamaño y la naturaleza de la organización y el riesgo de soborno y fraude que enfrenta.
El objetivo principal de la Gestión de Riesgos de Fraude y Corrupción es aumentar y mejorar sus capacidades de inteligencia de riesgos. Poder identificar los riesgos de fraude y corrupción que enfrentan las organizaciones e implementar controles adecuados para mitigar los riesgos identificados.
El sistema de gestión debe contener medidas proactivas para prevenir y / o detectar el fraude y la corrupción, políticas y procedimientos adecuados para ayudar con la prevención y detección temprana y también reconocer la necesidad de capacitar y concientizar a todos los colaboradores para que conozcan y comprendan la esencia del fraude y la corrupción, cómo informarlo y su impacto en su día a día.
Implementar un buen Sistema de Gestión de Riesgos de Fraudes y Soborno no solo complementará el entorno de control actual, sino que también promoverá de manera proactiva la cultura ética dentro de la organización mejorando la imagen y reputación de la organización ante las partes interesadas.
La capacitación y la actualización profesional es una inversión, no un gasto, y no debe relegarse a un segundo plano.