Dos estrategias: Resistencia y Resiliencia
Resistencia y Resiliencia son dos conceptos que gestionamos en forma cotidiana para hacer frente a lo que ocurre en nuestro entorno.
La resistencia se basa en apostar por la fuerza para mostrarse firmes e inflexibles ante las circunstancias: una manera de imponernos a ellas con decisión, coherencia, consistencia y constancia. Quien resiste, no se mueve, permanece.
La resiliencia apela a la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad y desarrollar las competencias al máximo. Es un mecanismo adaptativo. Los resilientes se mueven, pero sin alterar su estructura fundamental y regresando de inmediato a su estado anterior.
La resistencia se basa en el rechazo de una situación. La resiliencia en la aceptación de la misma.
La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos en función del desafío que se presenta. La flexibilidad es uno de los componentes vitales más importantes: en lugar de resistir, fluimos con los acontecimientos
De esta manera, organizaciones resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les han tocado, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Las dos estrategias pueden ser ganadoras. Depende de las circunstancias:
- La resistencia es más efectiva en aquellos contextos vitales en los que se tiene o puede tener el control de la situación, se está altamente capacitado y se posee alta confianza.
- La resiliencia cuando no dominamos la situación. No sabemos lo que pueden durar los acontecimientos desfavorables y tampoco alcanzamos a comprender qué otras consecuencias pueden acarrear.
¿Qué es la resiliencia empresarial?
Una estrategia de resiliencia empresarial es la capacidad proactiva de una empresa para absorber el impacto de las amenazas externas e internas y mantener las operaciones críticas del negocio.
Para lograr la resiliencia no sólo se debe planificar la forma de resistir, sino también anticipar al futuro. Una vez que nos hemos visto enfrentados a catástrofes, debemos reconstruir de forma adaptativa en busca de mejorar la situación existente antes del evento, disminuyendo los riesgos futuros, pero también preservando y restaurando la identidad organizacional. Para esto, la integración de los procesos es fundamental, donde las soluciones temporales pre y posdesastre forman parte de un ciclo de gestión del riesgo, permitiendo el desarrollo sustentable de nuestras organizaciones.
¿Por qué es importante la resiliencia empresarial?
La resiliencia no consiste sólo en la capacidad de mantener las operaciones, sino también en rendir al nivel deseado a pesar de las circunstancias alteradas, o al menos dentro de los niveles aceptables predefinidos antes de la crisis, donde el verdadero reto consiste en garantizar que pueda mantener las expectativas de los clientes sobre la calidad de los productos y la eficiencia de los procesos.
Las empresas se esfuerzan por proteger lo que consideran valioso para la organización, especialmente la continuidad de sus operaciones dentro de un entorno empresarial que cambia cada vez más rápido y a escala mundial
Un contexto tonde la resistencia no basta.
Resiliencia es más que resistencia. La resistencia es una condicion necesaria, pero no suficiente. Es necesario anticiparse, resistir, absorber, adaptarse y recuperarse
La capacidad de la organización para sortear un acontecimiento perturbador es fundamental para su éxito y sostenibilidad a largo plazo.
Tipos de resiliencia empresarial
Resiliencia financiera
Se refiere a la capacidad de una organización para resistir diversos retos económicos, como una recesión, pérdidas financieras y volatilidad del mercado. Una empresa con resiliencia financiera puede mantener un flujo de caja saludable y diversidad en su flujo de ingresos, así como reducir los niveles de endeudamiento.
Las empresas pueden alcanzar la resiliencia financiera mediante estrategias prudentes de gestión financiera y medidas eficaces de control de costes. La creación de reservas financieras y la protección del valor para los accionistas también son imprescindibles para que las empresas alcancen la resiliencia financiera. Estos esfuerzos de gestión de la continuidad empresarial permiten resistir cualquier incertidumbre en el mercado y sostener financieramente el negocio en cualquier circunstancia.
Resiliencia organizativa
Ocurre cuando una empresa puede hacer frente a perturbaciones, adversidades o cambios con agilidad y capacidad de respuesta. Estas empresas pueden predecir y gestionar proactivamente los riesgos, especialmente los riesgos propios de su sector.
Las empresas resilientes desde el punto de vista organizativo tienen una cultura de innovación y aprendizaje continuo. Aceptan el cambio, ven los retos como oportunidades de aprendizaje y adaptan su enfoque para sobrevivir a los contratiempos.
Resiliencia operativa
Se refiere a la capacidad de la empresa para garantizar las funciones y operaciones críticas del negocio, independientemente de las amenazas externas y las condiciones del mercado. Implica una planificación sólida, la gestión de riesgos y la aplicación integrada de una estrategia de resiliencia empresarial para mantener los sistemas y procesos empresariales críticos.
Estas empresas mantienen canales de comunicación claros y una coordinación eficaz para garantizar la continuidad operativa. Designan adecuadamente las tareas de los empleados para garantizar que todos los aspectos de la organización y el funcionamiento de la empresa se desarrollan sin problemas, manteniendo la confianza de los clientes y de las partes interesadas.
Resiliencia reputacional
Demuestra la capacidad de una empresa para recuperarse de situaciones o acontecimientos que podrían dañar su reputación. Estas empresas lo consiguen mediante una estrategia de marca bien pensada y comunicaciones de crisis que les permiten mantener una imagen positiva de la empresa. También logran resiliencia reputacional mediante la transparencia con los clientes, el mantenimiento de prácticas éticas y la comunicación proactiva.
La gestión eficaz de los posibles daños a la reputación reafirma la satisfacción del cliente y el compromiso de resolver los errores. Además de retener a los clientes actuales, la capacidad de recuperación de la reputación también ayuda a captar nuevos negocios.
Ciberresiliencia
Se refiere a la mejora de la infraestructura tecnológica diseñada para detectar, prevenir, responder y recuperarse de ciberataques o incidentes. Hoy en día, el riesgo de ciberamenazas es alto, por lo que es crucial implantar un plan y un protocolo de ciberseguridad sólidos.
Su estrategia de ciberseguridad debe incluir cifrados, firewalls y otras prácticas de ciberseguridad. La formación de los empleados también es esencial para mantener la ciberresiliencia, especialmente cuando se utilizan sistemas de software y hardware de la empresa. Además, las empresas ciberresilientes tienen un plan de contingencia para ayudar a una recuperación más rápida de los ciberataques y amenazas.
Resiliencia de la cadena de suministro
La gestión y su capacidad para respaldar la resiliencia de la cadena de suministro evita interrupciones que limitan su acceso a materias primas y servicios vitales para sus procesos empresariales.
Garantizar la transparencia de la cadena de suministro, mantener una buena relación con los proveedores y disponer de un plan de reserva puede mitigar las posibles interrupciones de la cadena de suministro. Crear redundancia y adaptabilidad puede evitar interrupciones en la cadena de suministro, permitiéndole mantener los servicios y suministrar bienes a sus clientes.
¿Cómo es una empresa resiliente?
Hablamos de resiliencia empresarial cuando una empresa posee características distintivas que le permiten absorber el estrés tras un acontecimiento perturbador y sortear las interrupciones repentinas con un daño o impacto mínimos. Estas cualidades permiten a una empresa resiliente prosperar en un entorno cambiante a pesar de los retos y los mayores riesgos, lo que significa que está mejor preparada para cualquier perturbación importante que le espere.
Liderazgo ágil
Es un aspecto esencial de la resiliencia empresarial. Las empresas que muestran resiliencia tienen líderes empresariales ágiles que identifican rápidamente las amenazas y los riesgos potenciales y responden a ellos con prontitud para evitar causar daños tremendos. Su capacidad para tomar rápidamente decisiones informadas e inteligentes les permite dirigir la empresa en momentos de incertidumbre y desafíos.
Mejora continua
Las empresas que ejemplifican la resiliencia empresarial son las que no se detienen una vez que han desarrollado una estrategia de resiliencia empresarial. Estas organizaciones y sus empleados son conscientes de que las amenazas y los riesgos evolucionan constantemente, por lo que siguen ajustándose en consecuencia.
Por tanto, sus planes de continuidad de la actividad no están grabados en piedra. En lugar de ello, reevalúan constantemente sus estrategias de gestión de la continuidad de la actividad para adaptarse mejor a los entornos empresariales cambiantes y asegurarse de que disponen de los protocolos correctos para hacer frente a cualquier amenaza.
Adaptabilidad
Las empresas que demuestran capacidad de recuperación tienen una cultura de adaptabilidad. Esta mentalidad permite a los empleados de una organización aceptar el cambio, evaluar los riesgos y aprender de los errores del pasado. Utilizan estos conocimientos para mejorar sus estrategias de gestión de la continuidad de la actividad con el fin de lograr la resiliencia empresarial.
Priorizar el bienestar de los empleados
Las empresas resilientes dan prioridad al bienestar de sus empleados. Estas organizaciones conocen el papel de sus empleados a la hora de garantizar la continuidad y resiliencia de la empresa.
Por ello, invierten en un entorno de trabajo propicio, fomentando el equilibrio entre la vida laboral y personal y motivando a los empleados. Estas organizaciones también son conscientes de que los empleados son vitales para ejecutar sus planes de continuidad de negocio, por lo que deben estar formados y bien equipados.
Preparación ante las crisis
La resiliencia empresarial permite a las empresas prepararse para una crisis analizando proactivamente las amenazas potenciales y elaborando una sólida estrategia de gestión de crisis. La planificación de la resiliencia empresarial implica una evaluación continua de los riesgos, la comprobación de los mecanismos de respuesta y el ajuste de los protocolos de gestión de crisis.
La capacitación y la actualización profesional es una inversión, no un gasto, y no debe relegarse a un segundo plano.